Importancia de la seguridad para el negocio

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En un país en el que todavía hacen falta planes de concienciación y campañas de promoción para informatizar a las PYMES, y la implantación de las medidas de seguridad establecidas por la LOPD dista mucho aún de haber sido llevada a cabo en el 100%, ¿qué puede impulsar a una organización a implantar un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información?
Las PYMES tienen que enfrentarse como siempre a las limitaciones de presupuesto, y a la falta de conocimientos y de concienciación a la hora de afrontar nuevos retos. El hecho de que la seguridad de la información tenga un importante componente tecnológico agrava estas limitaciones, ya que se percibe como un área extraña que se deja en manos de expertos, habitualmente ajenos y que no conocen el negocio y las implicaciones que tiene su trabajo en dicho negocio.
La seguridad de la información sin embargo, es un tema directamente relacionado con la supervivencia del negocio y con el aseguramiento de los ingresos. Para un banco sería dramático que le fallaran sus sistemas informáticos por unos minutos, pero tienen la capacidad de evitarlo, y en su caso, de solucionarlo. Para una PYME, un simple fallo de energía de unas horas puede ocasionar un trastorno importante, en muchos casos con repercusiones económicas, ya que se podría parar la actividad y se perderían encargos o ventas. En caso de desastre (incendio o robo, no hace falta pensar en ataques terroristas o huracanes) puede significar incluso el cierre a corto plazo del negocio.
Puesto que, a pesar de nuestro retraso tecnológico, hoy el ordenador ya ha sustituido a la máquina de escribir y el correo electrónico se impone al tradicional, los problemas asociados a estos avances también han llegado. Nuevas tecnologías (informática móvil, redes inalámbricas, memorias USB, etc.) van incorporándose progresivamente a los negocios debido a sus evidentes ventajas, pero llevan aparejados riesgos que no se consideran. Si además la empresa tiene empleados, su negocio corre un riesgo aún mayor.
Como se mencionaba en la Introducción, al menos el 77 % de las empresas ha tenido algún incidente de seguridad relevante. Es decir, que el riesgo existe, y no es en absoluto despreciable. Además hay que tener en cuenta que, a pesar de que los ataques a sistemas informáticos reciben en muchos casos una tremenda publicidad, existe un considerable porcentaje de incidentes con origen interno, es decir, ocasionados por algún empleado y que, a pesar de no contar habitualmente con una gran difusión, son potencialmente mas dañinos por el conocimiento de primera mano que tienen los que los generan. Es decir, pueden entrar en los sistemas con facilidad, saben dónde está la información más útil o que puede ser utilizada para hacer daño a la organización, o simplemente sacan información que en caso de pérdida o filtración puede ocasionar problemas.
Los incidentes, desde una simple infección por virus a una venta de información interna a la competencia o a un desastre como el incendio del Windsor, tienen un coste económico directo que hay que valorar: tiempos de parada, activos dañados o perdidos, cese del lucro entrante, sanciones administrativas o contractuales, etc. Los costes indirectos pueden ser incluso más graves: pérdidas de clientes a medio plazo, pérdida de reputación, etc.
El cumplimiento de la legislación (principalmente la LOPD) está propagando la idea de que la información debe ser protegida so pena de incurrir en faltas que se pagan con multas bastante elevadas. Ya que el principio es el mismo, detectar qué es importante (para la LOPD los datos personales, para la organización el fichero de clientes, por ejemplo), se podría aprovechar esta preocupación para extender la protección al resto de los activos de información de la empresa.
Siempre existe el, por supuesto justificado, temor de los costes de afrontar este tipo de proyectos. Hay que tener muy presente que ninguna ley ni norma va a exigir un nivel de seguridad por encima de los que las necesidades y los recursos disponibles en la organización requiera, porque lógicamente, las necesidades de seguridad (y el presupuesto, no lo vamos a negar) de la asesoría que lleva la contabilidad no son comparables a las de la Agencia Espacial Europea, por ejemplo.
Contar con un sistema de gestión permite ordenar las actividades de la organización y dirigirlas hacia el objetivo que la empresa busca. Esto a veces se ve como un impedimento para el desarrollo de las actividades de la organización, como un obstáculo que impide reaccionar con la rapidez que requieren los tiempos y las particularidades del sector económico en el que se encuentre la organización. Sin embargo, lo que se pretende con un sistema de gestión es precisamente evitar que tengamos que reaccionar ante hechos que podrían haber sido previstos y gestionados adecuadamente antes de que llegaran a ser un problema. Evitar problemas es una manera muy barata de ahorrar costes. Como tantos otros aspectos de la gestión de cualquier organización, la clave está en adoptar una solución proporcionada a las necesidades del negocio.


La seguridad y su justificación desde el punto de vista del negocio

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Los motivos por los que la seguridad debe formar parte de la agenda de cualquier organización, independientemente de su sector económico o de su tamaño, son muchos y variados, algunos de los cuales se pueden leer en la prensa con mucha frecuencia: fraudes electrónicos, casos de phising en la banca, filtraciones no deseadas de información o de datos personales, cortes en las comunicaciones, etc.
Los perjuicios que ocasionan los incidentes de seguridad son, cuando menos, incómodos y en muchos casos económicamente gravosos: paradas de producción, pérdidas de clientes, pérdida de reputación, etc.
Según el último Estudio sobre sector de la seguridad TIC en España del INTECO, más del  77% de las PYMES han tenido incidencias de seguridad: troyanos informáticos (77,3%), virus (42,7%) y recepción de correo no deseado (41,3%).
Para decirlo de una manera breve, ¿se puede permitir la organización no proteger su información?.
En respuesta a esta pregunta en este módulo se van a ver los siguientes contenidos:
  • Importancia de la seguridad para el negocio.
  • Beneficios.
  • Evaluación.

Los Sistemas de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI)

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Hasta ahora lo más común ha sido ir parcheando los agujeros de seguridad con medidas puntuales, descoordinadas y poco proporcionadas al riesgo que reducen. Se trata de medidas cuya implantación y efectividad no son llevadas a cabo y controladas de manera planificada. El resultado es obvio, se siguen manteniendo altos niveles de riesgo frente a las amenazas.
Todos estos incidentes que amenazan la seguridad de la información requieren, cada dÍa más, de sistemas de gestión acordes con el valor de la propia información y de los sistemas informáticos que los tratan. Las directrices, procedimientos y controles de seguridad que se utilizan para gestionar esta seguridad es lo que conocemos por Sistema de Gestión de Seguridad de la Información o SGSI.
De una manera más estricta, un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información es aquella parte del sistema general de gestión de una organización que comprende:
  • la política.
  • la estructura organizativa.
  • los procedimientos.
  • los procesos y
  • los recursos necesarios,
para implantar la gestión de la seguridad de la información.
Con un sistema de gestión de seguridad de la información nos aseguraremos de cubrir todos los aspectos de seguridad tomando medidas encaminadas a reducir paulatinamente los riesgos a los que la organización se enfrente.
A pesar de lo que puede parecer en un principio, la definición e implantación de un SGSI no deberÍa ser ni un coste ni un esfuerzo relevantes, máxime teniendo en cuenta los beneficios que conlleva. Un SGSI debe ajustarse tanto a los requisitos del negocio como a los recursos disponibles y debe solucionar los problemas que tiene planteados el negocio pero siempre dentro de lo razonable en cuanto a esfuerzos y costes.
Como cualquier sistema de gestión, el SGSI debe ayudar a conseguir los objetivos de la organización, no convertirse en un impedimento para ello.
Un SGSI contiene en primer lugar, las pautas que se van a seguir en la organización para garantizar la seguridad de la información y las responsabilidades de cada cual al respecto.
El SGSI recoge los objetivos que se pretenden obtener y los medios con que se va a contar para ello. Para determinar ambas cosas, se realiza un análisis de riesgos que da la medida de hasta qué punto los activos están expuestos a que les ocurran fallos de seguridad y cuál serÍa el impacto en caso de que lleguen a ocurrir.
Con esa información se establece el punto de partida, cual es el estado en el que está la seguridad y se decide cual se pretende conseguir, así como cual es el objetivo para un periodo de tiempo determinado. A partir de ahÍ, se deciden las acciones a tomar para reducir esos riesgos al nivel que se decidido que sea el objetivo. Por ejemplo, si se ha averiguado que un determinado servidor es un activo expuesto a un gran riesgo y debe estar funcionando 24 horas al dÍa, para reducir el riesgo de que se pare, puede ser necesario instalar un SAI o incluso una lÍnea alternativa de suministro eléctrico, realizar un mantenimiento exhaustivo mensual, instalar un equipo duplicado de manera que si falla uno el otro siga funcionando, etc.
Las acciones que se tomen deben documentarse dentro del SGSI, mediante procedimientos y planes para su ejecución.
Por tanto definiremos un Sistema de Gestión de Seguridad de la información (SGSI) como la manera en la que una organización conoce losriesgos a los que está sometida su información y los gestiona mediante una sistemática definida, documentada y conocida por todos, que se revisa y mejora constantemente.


Un fallo de seguridad

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Un fallo de seguridad es cualquier incidente que la compromete, es decir que pone en peligro cualquiera de los parámetros con los que se valora la seguridad: la confidencialidad, la disponibilidad o la integridad de la información. Con la actual complejidad de los sistemas de información, con una economÍa y un comercio que se basan en intercambios y comunicaciones a lo largo y ancho del mundo, con un número creciente de usuarios que no sólo se conectan desde dentro sino también desde fuera de la organización, es fácil hacerse una idea del reto que presenta evitar que sucedan cosas como:
  • Fallos en las comunicaciones.
  • Fallos en el suministro eléctrico.
  • Fallos humanos de usuarios internos, usuarios externos, administradores, programadores, etc.
  • Fallos en los sistemas de información: redes, aplicaciones, equipos, etc.
  • Virus informáticos, gusanos, troyanos, etc. que inundan la red.
  • Accesos no autorizados a los sistemas o la información.
  • Incumplimiento de una ley o un reglamento.
Los fallos de seguridad son ocasionados muchas veces por la errónea percepción de que si la seguridad física está razonablemente asegurada, no tiene por qué haber problemas. O que protegiendo únicamente las aplicaciones y las bases de datos ya está garantizada la seguridad. Con esos supuestos se dejan desprotegidas muchas áreas de la organización, muchos activos de información que pueden ser fácilmente dañados o destruidos, ya que no se han tenido en cuenta todos los aspectos de la seguridad de la información: la seguridad fÍsica, la seguridad lógica y las medidas organizativas.


¿La seguridad de la información?

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Para comprender qué es la seguridad de la información, en primer lugar, debemos conocer que la información en este área es referida a los activos de información ( es decir, los datos por supuesto, pero también los equipos, las aplicaciones, las personas, que se utilizan para crear, gestionar, trasmitir y destruir la información), que tienen un valor para la organización.
En las complejas organizaciones de hoy en dÍa, se recogen, gestionan y transmiten multitud de datos a través de diferentes medios, a mucha gente, y todas las acciones relacionadas con ello pueden necesitar protección.
No se debe confundir la seguridad de la información con la seguridad informática ya que la seguridad de la información abarca muchas más áreas mientras que la seguridad informática se encarga de la protección de las infraestructuras TIC que soportan el negocio. Por tanto la seguridad de la información abarca la seguridad informática.
La seguridad de la información, por tanto, se puede definir como la protección de la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los activos de información según sea necesario para alcanzar los objetivos de negocio de la organización.
Estos tres parámetros básicos de la seguridad se definen como:
Confidencialidad:
A la información sólo pueden acceder las personas autorizadas para ello.
Integridad:
La información ha de estar completa y correcta en todo momento.
Disponibilidad:
La información está lista para acceder a ella o utilizarse cuando se necesita.
Dependiendo de los modelos utilizados o de las necesidades del negocio, también son parámetros a tener en cuenta:
Autenticidad
La información es lo que dice ser o el transmisor de la información es quien dice ser.
Trazabilidad
Poder asegurar en todo momento quién hizo qué y en cuando lo hizo.
En cualquier organización existen datos de clientes o usuarios, esta información necesita protección:
  • Si accediera a ella alguien de la competencia podrÍa utilizarla para conseguir beneficios económicos, o bien denunciar a la organización ante la Agencia de Protección de Datos para que se le impusiera una multa si se demuestra que se vulneró la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, o publicarla en la prensa para dañar la imagen de la organización. Un fallo de confidencialidad puede ser tremendamente dañino.
  • Si la información se corrompe, se podrían enviar cartas o facturas erróneas a los clientes, con la confusión y las quejas de los afectados que acarrearía, más el trabajo y el tiempo que habría que emplear para corregir los errores y restaurar a su estado correcto la información. Que la información permanezca Íntegra en todo momento es más importante de lo que a primera vista pueda parecer.
  • Si el equipo en el que reside esta información se estropea y no se puede acceder a ella, simplemente no se puede funcionar, no se puede dar servicio, lo que implica que se deja de ganar dinero y en casos extremos se puede perder, si el cliente decide marcharse y adquirir el servicio en otro proveedor. Un fallo de disponibilidad tiene siempre un impacto económico directo en la organización, por leve que sea, ya que se deja de trabajar, hay una parte de la organización que ha parado, por lo que ha dejado de generar beneficio.







 

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